Con el comienzo de la reactivación económica, es necesario que las empresas tomen medidas para empezar a adaptarse a la nueva realidad. Sin lugar a dudas, la capacidad de adaptabilidad en las empresas es fundamental, sobre todo en las empresas familiares.
En el contexto actual, y a raíz de las medidas tomadas ante la pandemia, muchas empresas se han visto obligadas a actuar y establecer nuevas estrategias para ser resilientes.
Así pues, dichas estrategias ahora deberán adaptarse a las medidas para la reactivación económica. Esto con el objetivo de sobrevivir, e incluso evolucionar.
“El Coronavirus nos ha dejado claro una cosa: “nos tenemos que adaptar a una nueva realidad”. Es el momento de demostrar nuestra capacidad de resiliencia. Tenemos que hacerlo juntos, unidos. Es un gran reto y lo lograremos.”
– José Fainsod
Con el paso del tiempo se irán desactivando las medidas de distanciamiento social, y las actividades se irán reanudando poco a poco. Por lo tanto, las empresas necesitan prepararse y evaluar sus estrategias para poder integrarse con éxito a la nueva normalidad.
5 estrategias para adaptarse a la nueva realidad
1.- Transformación digital:
Actualmente, tener presencia en la red es un requerimiento indispensable si una empresa desea crecer, evolucionar y darse a conocer.
Así mismo, implementar tecnología, herramientas digitales y softwares empresariales permiten optimizar los procesos de trabajo. Por lo tanto, la digitalización maximiza el potencial que puede llegar a tener el negocio:
- Facilita la comunicación interna y externa
- Aumenta el alcance de prospectos y las ventas
- Mejora la atención a clientes
- Genera confianza y seguridad
- Facilita el análisis de datos y toma de decisiones
- Optimiza el manejo financiero
2.- Modelo de negocios:
Por otro lado y siguiendo con el tema de la digitalización, en los últimos meses se abrieron oportunidades para aprovechar al máximo las aplicaciones móviles, las redes sociales y los sitios web.
Hay empresas comenzaron a llevar su negocio a otro nivel, modificando su estructura para poder brindar una experiencia completamente nueva al consumidor, por medio de entregas a domicilio o servicios en linea.
Entonces, lo importante de los diferentes modelos de negocio, es que se van adaptando a la empresa, a los consumidores y sus nuevos hábitos de consumo.
3.- Medidas de salubridad
A medida que se reactiven las actividades, lo principal que la empresa debe tomar en cuenta es llevar a cabo acciones de salubridad enfocadas a reducir el riesgo de contagios. Entre las cuales se encuentran:
- Llevar a cabo un programa de limpieza y mantenimiento permanente del centro de trabajo.
- Favorecer la ventilación natural en espacios comunes o de mayor concentración de personal.
- Promover el uso de equipo de protección personal (EPP).
- Respetar la sana distancia en el centro de trabajo.
4.- Plan de trabajo:
La decisión de establecer un plan de trabajo presencial con sana distancia, o continuar con el trabajo remoto, depende de cada empresa, su perfil y visión, así como del sector al que pertenezca de acuerdo al nivel de riesgo:
Muy alto: personal de sector salud como son médicos, enfermeras, dentistas y laboratoristas.
Riesgo alto: los paramédicos, técnicos médicos, médicos forenses, personal que labora en depósitos de cadáveres, choferes y personal de ambulancias y personal de intendencia en hospitalización
Medio: trabajadores con contacto altamente frecuente con público en general, personas en edad escolar, compañeros de trabajo, clientes, y otros individuos o grupos.
Bajo: trabajadores que tienen contacto ocupacional mínimo con el público en general y otros compañeros de trabajo.
5.- Planes de continuidad y de contingencia:
Todo negocio y empresa está inevitablemente expuesto a situaciones inesperadas que pueden llegar a afectar la gestión y productividad de la misma.
Es por esto necesario que la Empresa Familiar pueda reaccionar adecuadamente, sin tener que acudir a la improvisación y evitar contratiempos para la actividad ordinaria del negocio.
Por lo cual es imprescindible implementar planes de continuidad y contingencia para establecer las normas de funcionamiento y los lineamientos que se han de seguir dentro de la empresa en tales circunstancias.